sábado, 28 de julio de 2012

LOS 3 INFIERNOS




Desnivel: 1550m
Fecha: 13 julio de 2012
Participantes: Grupo A: Israel, David, Salvador, Cristian, Alejandro y Edgar
Grupo B: Manolo, Miguel Angel, Ainara, Rosario y Lourdes

Viernes, 13 de Julio 2012
A las 5.30h suena el despertador, después de una corta noche, ya q llegamos el día anterior un poco cansados del viaje, 5h.
Desde el mismo balneario de Panticosa, comienza nuestra ruta, que sale desde el mismo Refugio de Piedra, donde nos alojamos algunos de nosotros.

La 1ª ascensión sube por una pendiente con bastante desnivel, nada más dejar el mismo refugio, y detrás de la montaña vemos esto, piedra y vegetación, ya que vamos paralelos al río.




Sube que te sube, por fin alcanzamos el 3º ibon,(Dcha), que es donde se bifurca el GR-11, ya que éste baja para Panticosa, pero a nosotros nos queda la mitad del desnivel desde este punto.




Y la vista mirando hacia arriba, en la bifurcación, no es otra más que esta, piedra y fuertes desniveles,  y los puntos de arriba, son personas llegando a la cumbre. Llevamos 5 horas de subida.
Ya llegando arriba, divisamos los ibones que hemos dejado abajo, Uau, vaya desnivel, estamos casi en la cumbre, a 3.000m:
En unas 2 horas más, a las 7h, hacemos cumbre tras un largo trepe con todo nuestro cuerpo involucrado en la misión, ya q el sendero hacia arriba es una pura trepada con grandes desniveles, canales, etc..
Y como no, ante tal reto, el mítico Champagne de Salvador Gandía subido hasta la misma cumbre para celebrar dicha ascensión.
Aunque parezca mentira, éste es el 1º de los 3 picos, y el que se ve al fondo es el 2º, vamos a tener que atravesar esa marmolera que se ve allí, parece estrecha, pero en realidad no lo es tanto, hasta alcanzar el 2º pico, cresteando.
Y llegaba la hora del tan temido descenso, más que nada porque son pedreras, y apenas hay estabilidad, así que lo tuvimos que hacer por una canal muy empinada, y la poca experiencia de algunos compañeros, así como la dificultad de la misma, nos llevaron casi 3 horas., solo descender esta canal, ya que se tuvo que bajar prácticamente sentados.
Sobre las 6 de la tarde, aún nos quedaba buena parte del descenso, y no todo el equipo estaba igual de fuerzas, ya que el cansancio hacía mella, y la dificultad técnica en la bajada lo ponía un poco más complicado, sobre todo a los que no estaban tan acostumbrados.

Cuando estuvimos todos, seguimos bajando hasta llegar a una 2ª canal, ya que el camino no estaba bien señalado, así que tuvimos que atravesar varios valles de rocas, teniendo mucho cuidado de no caer, ya que el desnivel de bajada era muy alto.

En esta 2ª canal de bajada, nuestro compañero David Angulo evitó que un pedrusco le golpease la cabeza, poniendo su brazo, y consiguió parar el pedrusco, pero se fracturó el cúbito de su brazo izquierdo en mitad de la canal, así que cuando logramos bajar abajo, y tener cobertura, llamamos al 112, para que un helicóptero lo rescatase, estábamos aún a unas 3 horas del descenso, y no podía seguir; una vez rescatado, y habiendo perdido casi 1 hora, eran sobre las 7 de la tarde, continuábamos nuestro descenso el resto.
Descender después de 12h por este tipo de pedrera, fue lo que acabó de rematar a los colegas poco conocedores de Pirineos, así que hicimos equipo y los fuimos bajando, uno a uno, aunque sea con palabras de ánimo, apoyo, y.. venga tu puedes!!, aunque sea, andaron por fe,un pasito más, un pasito más, porque hemos de reconocer que el agotamiento era mayúsculo.
Y tras unas 3 horas más, sobre las 10 de la noche bajábamos exhaustos al balneario de Panticosa, pero al menos bajábamos todos, salvo 2 que llegaron a las 11, ya que cada uno se encargó de un grupo, porque el objetivo era bajar todos sanos y salvos, y así fue.
En fin, experiencia bonita, motivadora, dura, pero se aprendió mucho, sobre todo, de las precauciones, y de que Pirineos es Pirineos, y siempre lo será.